Llego a Mendizorroza justita, me pongo los patines a todo correr y salimos hacia la Virgen Blanca. Recojo el dorsal y ¡hala! a la salida. Encuentro con Aran de Zumaia y Naiara. Hablan de que vayamos juntas. Hay nervios y miedo, ellas porque es su estreno en esta distancia y yo porque voy sin entrenar. Decidimos salir juntas e ir viendo (yo estoy convencida de que no voy a poder seguirlas ¡una master 50 desentrenada, con las promesas de DR!)
Al principio mucha gente, se comenta que más de 500. Mucho peligro de toques y mucha prudencia por nuestra parte. Vemos algunas caídas y tardamos un buen rato en encontrar hueco para patinar. En cuanto podemos, empezamos a darle y a lo lejos vemos a Iker y Belén, mis compis dicen que intentemos cogerles (de nuevo pienso que me voy a tener que quedar atrás, que no voy a poder seguirlas, pero lo cierto es que mis piernas y mi patinar dicen lo contrarío. Voy super bien, aunque acabamos de empezar y queda mucha carrera) Tiramos un rato y les pillamos. Montamos un ¡fantástico tren de Donostiroller! Iker de maquinista va “sobrau” de fuerzas y de generosidad; Belén de experimentada “interventora”, controlando tiempos y pulsómetro, rápidamente nos “visiona” como equipo y no deja que nadie nos separe (algo que sin duda también tenemos que aprender) Aran, Naiara y yo detrás, patinando y disfrutando. Tras nuestro equipo de 5 DR, más gente, algunos de Roller Bilbao, pero yo ni miro para atrás, pero sé que llevamos más vagones, porque de vez en cuando se oyen gritos de ánimo.
La primera mitad de la carrera vamos a muy buen ritmo (al menos para mi nivel) Hablan de medias de 24kms/h. y vamos ¡tan frescas!
No sé en qué km., yo diría que hacia la mitad de la carrera, íbamos muy bien, el asfalto también estaba bien y de repente, me veo en el suelo. No tengo ni idea de qué ha pasado, porque no me tropiezo con nada, pero allí estoy, besando el asfalto jeje. Afortunadamente no cae nadie más.
A continuación viene lo mejor de la carrera, Naiara y Aran se paran, vuelven a por mí, me levanto, me duele la rodilla, pero puedo seguir. Se ponen a tirar y me llevan en volandas. Al principio me duele un poco pero enseguida se me pasa. En poquísimo tiempo pillamos al resto del equipo y ya sigue nuestro tren casi hasta la meta.
A unos tres kms de meta, Aran y Naiara se ven con fuerzas para aumentar el ritmo y se van (¡juventud divino tesoro!)
Yo ya voy muy justita y me descuelgo de Iker y Belén. Ya está todo hecho, así que decido disfrutar del último tramo hasta llegar a meta.
Al final muy contenta, no sólo porque he hecho mejor carrera de lo que esperaba, dado mi estado de no-forma, sino sobretodo, por la gente con la que la he compartido. Gracias Iker, Belén, Aran y Naiara ¡¡Aupa DR!!
Zorionak a tod@s, participantes, organización y sobretodo ¡que le hagan contrato indefinido! a quien encargó el tiempo ¡menudo día!


