Éste es el circuito de Le Mans: una vuelta de 4.180m que tiene zonas muy variadas y que se va conociendo, poco a poco, según se va patinando a lo largo de toda la carrera. Por mucho que se os explique, no sabréis cómo es realmente hasta que lo hayáis catado así que espero que esta “radiografía” no os quite la emoción de descubrirlo cuando deis la primera vuelta, pero que os sirva para disipar dudas.
He dividido el circuito en 9 tramos diferenciados según me parece a mí que son zonas diferentes en cuanto a que se patinan de forma diferente.
Aquí os podéis bajar una imagen a mayor resolución (7MB)
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1.- Recta de relevos:
Ésta es la recta previa a la meta, un tramo de unos 300m. A lo largo de la misma están situados los paddoks donde los relevistas esperan a su compañero y a lo largo de esta recta se hacen los relevos. Es un sitio de actividad constante lleno de corredores asomados a la recta esperando al compañero al que van a relevar. Hay que estar atento, no sólo al que viene a darte el testigo, sino al resto de gente que, a tu alrededor, intenta hacer lo mismo. Cuando eres tú el que da relevo, una vez entregado el testigo hay que tener mucho cuidado para evitar estorbar a otros corredores que están cogiendo velocidad mientras que tú estás tratando de parar y salir por la derecha. Con tanta gente, suele haber caídas de vez en cuando con más frecuencia según va pasando la jornada.
2.- La Subida DUNLOP:
750 m de subida. Muy tendida al principio pero que se va empinando. No parece para tanto las primeras veces pero se va amontonando y cada vez cuesta más superarla. Conviene no “cebarse” demasiado y subirla a ritmo controlado porque, si no, el esfuerzo se paga en el resto de la vuelta y en los tramos donde hay que patinar nos quedaremos sin “fuelle”. Al que le toque patinar al amanecer no va a olvidar la luz de ese momento. La subida termina justo bajo el arco DUNLOP.
3.- La bajada DUNLOP
Es una de las dificultades del circuito pero también uno de los mejores tramos para disfrutar. Son unos 400 m hasta el final de la curva. Sólo dejándose caer ya se coge gran velocidad así que conviene tener confianza en descenso y curva. Si no queremos bajar “a tope” lo mejor en controlar nuestra velocidad desde arriba sin dejar que nos embalemos demasiado y trazar nuestra trayectoria por la parte de fuera (por la izquierda) ya que, por la parte de dentro, van a bajar patinadores muy muy rápido. También aquí se ven caídas aunque no muchas y más bien al principio. Si se baja rápido y se quiere aprovechar la inercia para salir lanzado tras la curva, el momento más delicado, en mi opinión, es el punto en que se decide comenzar a impulsarse de nuevo: no hacerlo demasiado pronto y que aún seamos un poco inestables ni demasiado tarde de forma que hayamos desaprovechado el impulso.
4.- Recta y curva a izquierdas.
Se trata de un tramo de unos 550 m que, a vista de pájaro, puede parecer peor de lo que es. Es un tramo muy llano y la curva no tiene mayor dificultad. Incluso los que no somos grandes patinadores nos podemos permitir el lujo de entrar a gusto y cruzar en la curva. Además, con el subidón de la bajada anterior, (subidón – bajada ¿no estaré liando la manta?) es un tramo que se disfruta mucho.
5.- Recta en descenso.
Al loro con esta recta, 280 m de bajada suave pero traicionera por las curvas a las que nos acercamos. No es como la bajada DUNLOP pero, si no tenemos confianza en curvas y descensos, deberíamos ir tomando posiciones hacia la parte izquierda del trazado y procurar no coger demasiada velocidad. Si, por el contrario, tenemos confianza suficiente, leña que hay que aprovechar el desnivel.
6.- Doble curva a derechas
Tramo de unos 100 m con dos curvitas seguidas a derechas bastante cerradas y que piden una buena trazada. Mismas recomendaciones que para la curva DUNLOP.
7.- El “Desierto”
Nos esperan 1.500 m de circuito llano en los que, básicamente, hay que patinar. En cuanto salgamos de las curvas anteriores es el momento, si no lo hemos hecho antes, de buscar compañeros de viaje. Si conseguimos meternos en un grupo podemos hacer este tramo a buen ritmo y disfrutando pero, si vamos solos, se hace duro y largo. Como durante las 24 horas hay tiempo para todo habrá ocasiones que pillemos un buen pelotón, otras en que tengamos que ir solos y otras en que se nos cuelguen a rueda y nos hagan tirar. Cuando llegamos al final del tramo vemos las tribunas que parecen estar más cerca de lo que realmente están. Todavía falta un último esfuerzo.
8.- Últimas curvas
150 m que no tienen mayor problema. Sin embargo, lo que en las curvas “fuertes” se respeta más o menos (los patinadores más lentos se van por la parte “mala” de la curva) aquí no. La gente está cansada y todo el mundo va ceñido al interior por lo que, a veces, hay que hacer virguerías. Al loro con los “pianos” (esas bandas de colores alternos que hay en los bordes de las curvas) En las carreras de coches vemos que los F1 se van por los pianos tan ricamente pero cada color del piano es un altibajo de 3 ó 4 cm con lo que meternos por ahí nos da muchos boletos para darnos un piñazo de colores.
9.- Apertura
Otro tramito de 150m. Aquí se abandonan las compañías porque ya empezamos buscar a nuestro relevo. Si hemos hecho el viaje en grupo suele haber despedidas y agradecimientos. La gente suele ir con muy buen rollo si ha disfrutado de la vuelta y, a partir de aquí, cada un por su lado.
1.- El relevo
Si nos las prometíamos felices viendo que acabamos nuestra vuelta, llegamos a la recta de relevos, localizamos nuestro compañero, vemos que él también nos localiza, que sale a la pista, que empieza a patinar todo fresco y que tenemos que echar los bofes para alcanzarle y darle el testigo. Sólo entonces podemos relajarnos.
Añado el relato de Arsenio del momento del relevo porque me sigo desco*****do cada vez que lo leo:
Arsenio escribió:El relevo: Te quedas mirando al horizonte hasta que ves una camiseta como la tuya. Una vez la ves tienes que ver si el patinador que viene es de tu equipo (eramos 4 equipos PZ1, PZ2, PZ3 y PZ4). Cuando está más o menos cerca, sales a la pista le avisas con la mano (él también tiene que verte) te pones a patinar suavemente con las manos por detrás, el te da el testigo y cuando se asegura que lo tienes te pega un empujón para que inicies tu carrera.
Bueno, esto si no eres Roberto, en cuyo caso funciona así; (perdonad pues lo voy a explicar desde el punto de vista del que termina su vuelta)
Has subido la cuesta de Dunlop, te has vacíado, bajas en chus, te recuperas. Viene tu parte más divertida, cuesta abajo, te agachas y patinas fuerte, no encuentras trenecillo, pero sigues dándole con todo. Ya al final de la carrera, antes de la recta hay una parte que es horizontal con una pequeña tendencia a subir, te relajas un poco.
Última curva a izquierdas y recta final. Te pones erguido para que se veabien tu camiseta, y sigues a un ritmo normal. Levantas el testigo y te vas fijando en el padock a ver si está Roberto. Te das cuenta de que te ha visto y empieza a incorporarse a la pista. Bueno, normal ¿no?
Entonces, cuando estás a 100 m el tío coje y sprinta, tu te vuelves a agachar, tienes el cuerpo horizontal mientras extiendes al máximo las piernas y con todas tus fuerzas empujas a derecha e izquierda alcanzando los 60km/h que no habías cogido en la cuesta de Dunlop. Lo ves, está a 20 m, aprietas más, ya son 5 metros, estiras el brazo, lo alcanzas, lo vas a conseguir!, con un par de cojones Arsenio! que llegas! pones el testigo en sus manos, ves que lo ha cogido, lloras de alegría mientras todo el mundo a tu alrededor parece ageno a la gran gesta que acabas de realizar. No tienes fuerzas para la T, así que llegas casi al final de padocks vuelves al tuyo, entregas el chip y ya puedes tirarte al suelo.